Hay momentos que se vuelven trascendentales por lo especial de ellos. Eso fue lo que sucedió el 28 de octubre, en el Museo de Arte Contemporáneo del Huila, cuando 90 artistas, entre nacionales e internacionales, estuvieron participando del homenaje que se rindió al autor de la novela “La Vorágine”, José Eustasio Rivera, quien con ella obtuvo el reconocimiento internacional.
Los artistas presentaron exposición
colectiva con 120 obras de pintura al oleo, fotografías y esculturas para
rendir tributo a uno de sus más apreciados libros “Tierra de promisión” una compilación de 55 poemas que este año
cumple el primer centenario de haber sido publicados.
El evento cultural fue promovido
por la Secretaria de Cultura Departamental, la Biblioteca “Olegario Rivera” y
la Gobernación del Departamento a través de la Corporación Talento Humano por
Colombia.
Cada verso, cada poema, reflejan;
no solo el talento literario, sino que
describe las maravillas naturales, el paisaje de su tierra, rinde tributo a su
entorno, describe, narra, y transmite mediante figuras literarias su emoción. A
continuación un fragmento de “ESTA NOCHE”:
Esta noche el paisaje soñador se niquela
Con la blanda caricia de la lumbre lunar;
En el monte hay cocuyos, y mi banda que riela
Va borrando luceros sobre el agua estelar
Hoy el gran poeta que sigue
vigente en sus libros, continúa viviendo en nuestros corazones y se ha
convertido en una fuente de inspiración perenne. Es motor, es motivo para escribir, para releer su
obra; su pluma se convierte en pincel para dibujar en versos ese mundo
magnifico de la naturaleza, que trasciende y conquista a sus lectores para motivarlos
a disfrutar de la lectura de su obra, a conocer más sobre los escritos
maravillosos en verso o en prosa que nos dejó Rivera.
Aquí salen a relucir dos palabras
especiales resiliencia y catarsis, que sin duda representan la tenacidad del
gremio de artistas. La primera es superar las adversidades, las situaciones
traumáticas, hacerse más fuerte ante las
dificultades, mientras la segunda hace
referencia a exteriorizar las penas, a expulsar los conflictos personales, el
dolor represado, y que mejor manera de expiarlas mediante expresiones
artísticas tan tradicionales como la música, el teatro, la pintura, el dibujo,
o la escultura, que sirven de aliciente, de bálsamo para sacar esos eventos
tóxicos que perturban nuestro cuerpo y mente.
Esta apreciación quedó demostrada
durante el evento en el que se evidenció entre los asistentes la emoción, la
alegría que se manifestaba en abrazos fraternos, en miradas de afecto, en el
intercambio de opiniones y saberes, pero sobre todo, al reconocimiento a los
trabajos expuestos. Por eso hubo de todo: risas, afecto poses para las fotos
del recuerdo, medios de comunicación, preguntando, indagando, queriendo saber
el porqué de tanta emoción. La noche se remató con una copa de vino en alto,
brindando por la vida, por el recuerdo del escritor, pero celebrando el hecho
de estar en el evento celebrando la existencia y el arte.
Eventos como este merecen ser ovacionados y reconocidos por la
comunidad, deben contar con el apoyo de las entidades gubernamentales con
decisión, al igual que las empresas públicas y privadas, mediante presupuestos
que garanticen la continuidad y que
motiven a los artistas a proseguir en sus actividades, porque hay talento para
cultivar pues ahí vienen las nuevas generaciones, la semilla que con nuestra
ayuda pueda germinar, y hacer crecer artística y culturalmente a cada región de
Colombia, y de otras latitudes.
Si bien es cierto estamos
afrontando los efectos de la pandemia, este tipo de eventos ha servido como
terapia colectiva contra la angustia, y son la excusa perfecta para el reencuentro
con los amigos y los amantes del arte,
quienes reunidos con un fin común y respetando los protocolos de seguridad
saldremos avante para no dejar morir el arte y nuestras ilusiones.
Quiero finalizar con un verso
plasmado en uno de los muros del escenario, autoría de DON JOSE EUSTASIO
RIVERA: “Me borrará la noche. Mañana otro celaje ¿Y quién cuando yo muera colocará
el paisaje?
Por: Guillermo Martin Moreno artista expositor
Artistas participantes:
Adolfo Suaza, Alejandra Naranjo, Alex Rivera, Álvaro Coy, Ana María Cabrera Videla, Ángel María Fernández, Angela Floreth Prieto Alvarado, Angélica Esther Méndez Ascanio, Arcadio González Triana, Arturo Flores, Arturo Valdez, Carlos Cristancho, Carlos Eduardo Franco Quila, Carlos Naranjo Bejarano, César A. Rincón González, César Felipe Cadena Serna, Clara Inés Silva Polanía, Clara Sofía Díaz, Claudia Jimena García, Darío Alberto Jiménez Sánchez, Darwin Alarcón, Diana Bolaños Burbano, Dianne Hofner Saphiere, Didy Magaly Oyola Liz, Diego Losada Floriano, Emiro Garzón, Fidela Losada Flórez, Francy Elena Conde, Francy Johanna Avilés Sánchez, Fredy Alberto Polo Osso, Gabriel Nieto Nieto, Gladis Meneses Lesmes, Gloria Edith Talero, Murcia González, Graciela Romero, Guillermo Martín Moreno, Gustavo Bermeo, Gustavo Córdoba Soto, Héctor Lombana Piñeres, Heliberto Ariza Guerra, Henry Arias, Jaime Cardozo Rojas –Jacaro-, Jairo Plazas Fierro, Javier Bedoya, Jayro Osorio Charry, Jefferson Zamudio Rojas, John Faiber Rojas, Jorge E. Buendía S., Jorge Jojoa, José Antonio Torres Lavao, José Eiver Ospitia, Juan Carlos Ibañez, Juan Javier Suarez Botia, Juan José Arango, Leonid Enrique Baldovino, Leyda Fernanda Santos Vargas, Luis Alberto Angel Andrade, Luis Eduardo Bravo Artunduaga, Luis Eduardo Mogollón, Luis Losada, Manuel Tiberio Bermúdez, Margarita Rosa Gómez Vélez, Mari Menez, Mario Ayerbe González, Mario Morua, Martha Elena Polanía Dussán, Martín Borrero Urbanski, Mauricio Mayorga, Melba Perdomo Mosquera, Miguel Darío Polanía Rodríguez, Nelson García, Nenfis Perilla, Olaff Crown, Paula Daniela Silva Arce, Pedro Cabrera, Pilar Gómez, Pilar Salomón, Reinel LLanos Murcia, Roberto Londoño Uribe, Rosa Neifi Quintero R., Sandra Balaguera Marín, Sandra M. Pérez León, Segundo Salamanca, Teresa Medina, Walter Oswaldo Arrubla, Wilmer Ramos, Wilson Chica Arce, Yolanda Morales.
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